El exilio y el amor en 'El invierno de Rita' de Darwish
"El invierno de Rita" de Mahmud Darwish es un poema que nos transporta a un universo de emociones encontradas, donde el amor se ve envuelto en las garras del exilio. A través de un lenguaje sencillo pero profundamente expresivo, Darwish nos invita a ser testigos de la historia de una pareja que lucha por mantener viva su llama en un mundo hostil. En el siguiente artículo realizaremos un análisis sobre este maravilloso poema que trata sobre el amor en el exilio.
POEMA
Rita ordena la noche de nuestra habitación: queda
poco vino
y estas flores son más grandes que mi cama.
Abre la ventana para que se perfume la hermosa noche.
Posa, allí, una luna en la silla. Coloca,
encima, el lago en torno a mi pañuelo para que las palmeras se eleven
cada vez más.
¿Te has vestido de otra? ¿Te ha habitado otra mujer
para sollozar así, cada vez que tus ramas enlazan mi tronco?
Frótame los pies y frota mi sangre para que conozcamos lo que
las tempestades y los torrentes han dejado como legado
de ti y de mí...
Rita duerme en el jardín de su cuerpo.
Sobre sus uñas, las moras del bosque iluminan la sal en
mi cuerpo. Te quiero. Dos pájaros se han dormido bajo mi mano...
la ola del noble trigo se ha dormido sobre su pausada respiración,
una rosa roja se ha dormido en el vestíbulo,
la noche breve se ha dormido
y el mar se ha dormido frente a mi ventana, al ritmo de Rita,
asciende y desciende en los rayos de su pecho desnudo. Duerme
entre tú y yo, y no cubras la profunda penumbra del oro entre nosotros.
Duerme con una mano en torno al eco
y la otra esparciendo la soledad de los bosques, duerme
entre la camisa pistacho y la silla limón, duerme
cual caballo en las banderas de la noche de su boda...
El relincho cesa
y cesan las colmenas de abejas en nuestra sangre. ¿Estaba allí
Rita? ¿Estábamos juntos?
Rita partirá dentro de unas horas dejando su sombra
cual celda blanca. ¿Dónde nos encontraremos?
Pregunta a sus manos, y yo miro a la lejanía.
El mar está detrás de la puerta y el desierto está detrás del mar. Bésame en
los labios, dice. ¡Oh, Rita!, le respondo. ¿Partiré de nuevo,
teniendo uvas y un recuerdo, abandonado por las estaciones
entre el signo y la expresión, como una idea?
¿Qué dices?
Nada, Rita, imito al héroe de una canción
sobre la maldición del amor asediado por espejos...
¿De mí?
Y de dos sueños en una almohada que se cruzan y huyen. Uno
saca un cuchillo y el otro confía los mandamientos a la flauta.
No comprendo el significado, dice ella.
Ni yo, mi lenguaje está hecho de fragmentos
semejantes a la salida de una mujer del sentido, y los caballos se suicidan
al final del hipódromo.
Rita bebe el té matutino
y pela la primera manzana con sus diez lirios.
Me dice:
No leas ahora el periódico, los tambores son los tambores
y la guerra no es mi oficio. Yo soy yo. ¿Tú eres tú?
Yo soy
el que te ve cual gacela arrojándole sus perlas,
el que ve a su deseo corriendo tras de ti cual torrente,
el que nos ve perdidos en unicidad sobre la cama
y en divergencia, como el saludo de los desconocidos en el puerto. El exilio nos lleva
en su viento, cual hoja, y nos arroja en los hoteles de los extranjeros
como cartas leídas deprisa.
¿Me llevarás contigo?
Seré el anillo de tu corazón desnudo. ¿Me llevarás contigo?
Seré tu traje en países que te han procreado para derribarte,
seré un cofre de hierbabuena que portará tu muerte
y tú serás mío, vivo o muerto.
El guía se ha perdido, Rita,
y el amor, como la muerte, es una promesa sin devolución ni caducidad.
Rita me prepara el día
cual perdiz que se aduja en sus zapatos de tacón alto.
Buenos días, Rita,
y nubes azules para los jazmines de tus axilas.
Buenos días, Rita,
y frutas para la luz del alba. Rita, buenos días.
Rita, retórname a mi cuerpo para que las agujas
de los pinos reposen un momento en mi sangre abandonada. Siempre que
abrazo a la torre de marfil, huyen de mis manos dos palomas.
Ella dice: regresaré cuando los días y los sueños cambien, Rita. Es largo
este invierno y nosotros somos lo que somos. No tomes mis palabras para decir: yo soy
la que viéndote colgado en el recinto, te bajó y te vendó las heridas.
Con sus lágrimas te lavó, antes de esparcir sus azucenas sobre ti,
y pasaste entre las espadas de sus hermanos y la maldición de su madre. Yo soy ella.
¿Pero tú eres tú?
Rita se levanta
de mis rodillas, visita a sus adornos y se recoge el pelo con una mariposa
de plata. La cola de caballo acaricia las pecas esparcidas
como intensas gotas de luz sobre el mármol femenino. Rita cose
el botón de la camisa mostaza. ¿Eres mío?
Soy tuyo, si dejas la puerta abierta sobre mi pasado. Yo tengo
un pasado que veo ahora naciendo de tu ausencia,
del chirrido del tiempo en la cerradura de esta puerta. Tengo
un pasado que veo, posado como la mesa, junto a nosotros,
tengo la espuma del jabón,
la miel salada,
el rocío
y el jenjibre.
Para ti, si quieres, los ciervos, las llanuras,
y las canciones, si quieres, para ti las canciones y las sorpresas.
Yo he nacido para amarte,
caballo que hace bailar a un bosque y en el coral surca tu ausencia.
He nacido dama para su caballero. Tómame para que te escancie
un vino definitivo, para curarme de ti en ti. Dame tu corazón:
he nacido para amarte.
He dejado a mi madre en los antiguos salmos maldiciendo al mundo y a tu pueblo
y he encontrado a los guardianes de la ciudad entregando tu amor al apetito del fuego.
He nacido para amarte.
Rita casca las nueces de mis días y los campos se ensanchan.
Esta tierra pequeña se reduce para mí a una habitación en una calle
en el piso bajo de un edificio en la montaña
que se asoma a la brisa del mar. Tengo una luna color vino, una piedra pulida,
una parte del espectáculo de las olas viajando por las nubes, una parte
del libro del Génesis, del libro de Job y de
la fiesta de la cosecha, una parte de lo que he poseído y del pan de mi madre.
Tengo una parte de la azucena de los valles en los versos de los enamorados antiguos.
Tengo mi parte de la sabiduría de los enamorados: la víctima ama el rostro de su asesino,
si cruzas el río, Rita.
¿Y dónde está el río? Dice ella.
En ti y en mí hay un único río, le respondo,
y de mí fluye sangre y memoria.
Los guardianes no me han dejado una puerta para entrar. Me apoyo en el horizonte
y miro hacia abajo,
hacia arriba
alrededor
y no encuentro
horizonte para mirar. No encuentro en la claridad sino mi mirada
dirigiéndose hacia mí y le digo: regresa de nuevo a mí, y yo quizás vea
un horizonte que un mensajero restaura
con una carta de dos breves palabras: tú y yo,
una pequeña alegría en una cama estrecha, una alegría mínima.
Todavía no nos han matado, Rita, ¡qué pesado es este invierno, Rita,
y qué frío!
Rita canta sola
a las cartas de su lejano exilio nórdico: he dejado a mi madre sola
junto al lago, sola, llorando mi infancia lejana tras ella,
y todas las noches duerme sobre mi pequeña trenza.
Madre, he roto mi infancia y me he convertido en una mujer que cría a su pecho
en los labios del amado. Rita gira sobre Rita sola:
no hay tierra para dos cuerpos en un cuerpo y no hay exilio para el exilio
en estas habitaciones pequeñas. La salida es la entrada.
En vano cantamos entre dos precipicios. Partamos para que aparezca el camino.
No puedo, ni yo -dice ella sin decirlo,
y calma a los caballos en su sangre: ¿vendrá la golondrina
de una tierra lejana, oh extraño y amado, a tu jardín solitario?
Llévame a una tierra lejana.
Llévame a la tierra lejana, solloza Rita, ¡qué largo
es este invierno!
Y rompe la porcelana del día en la reja de la ventana,
posa su pequeño revólver en el borrador del poema,
arroja las medias en la silla y se rompe el zureo.
Ella parte, descalza, hacia lo desconocido y la hora de mi partida llega.
Traducción del árabe:María Luisa Prieto
1. UN AMOR AMENAZADO POR LA DISTANCIA
Desde el primer verso, se percibe la atmósfera de melancolía que envuelve a la pareja. Rita, preparando la habitación para la partida, simboliza la inminente separación que los aqueja. La luna que entra por la ventana y la imagen de la mujer cuestionando su propia identidad, anticipan la desolación que se avecina.
2. LA PASIÓN ARDIENTE EN MEDIO DEL FRÍO DEL EXILIO
A pesar de la inminente separación, la pareja se entrega a la pasión con intensidad. Sus cuerpos se unen en un abrazo que desafía las barreras del tiempo y la distancia. Sin embargo, la nostalgia por el pasado y la incertidumbre del futuro impregnan cada verso, creando una dicotomía entre el amor ardiente y la desolación que los rodea.
3. LA DESPEDIDA INEVITABLE Y LA PROMESA DE UN FUTURO INCIERTO
El poema nos conduce a la inevitable despedida. Rita se despierta y se prepara para partir, dejando al poeta solo en la habitación vacía. Las palabras de amor y la promesa de un regreso se mezclan con la amarga realidad de la separación. El poeta sabe que su vida nunca volverá a ser la misma.
4. LA PARTIDA HACIA LO DESCONOCIDO Y LA ESPERANZA QUE SE AFERRA
Rita se marcha descalza hacia lo desconocido, simbolizando su voluntad de empezar de nuevo, incluso si eso significa dejar atrás su pasado y su amor. La imagen del poeta solo en la habitación, envuelto en la oscuridad, representa la desolación que lo invade. Sin embargo, la última estrofa enciende una tenue llama de esperanza. La posibilidad de un reencuentro, aunque incierto, se aferra a los corazones de ambos personajes.
TEMAS PRINCIPALES:
- El amor: El poema explora el amor en sus diversas facetas, desde la pasión ardiente hasta la nostalgia profunda. El amor de la pareja se convierte en un refugio en medio de la hostilidad del exilio.
- El exilio: El exilio es la fuerza que amenaza el amor de la pareja. Los separa físicamente y los aleja de su tierra natal, creando una barrera emocional que dificulta su conexión.
- La nostalgia: La nostalgia por el pasado y la añoranza por una vida que ya no existe son sentimientos que impregnan el poema. La pareja recuerda con tristeza los momentos felices que vivieron juntos y anhela un futuro diferente.
- La pérdida: La pérdida del amor, la patria y la identidad son temas recurrentes en el poema. La pareja se enfrenta a la desolación de haber perdido lo que más amaba.
- La identidad: El exilio genera una crisis de identidad en los personajes. Se cuestionan quiénes son y cuál es su lugar en el mundo.
- La separación: La separación física y emocional de la pareja es uno de los ejes centrales del poema. La distancia y las barreras que los separan ponen a prueba su amor.
IMÁGENES:
El poema está repleto de imágenes vívidas y evocadoras que nos sumergen en la atmósfera de melancolía y nostalgia que envuelve a la pareja. Algunas de las imágenes más destacadas son:
- La habitación llena de símbolos de amor y sensualidad, que contrasta con la inminente separación.
- La luna que entra por la ventana, símbolo de la noche y la desolación que se avecina.
- La mujer que se pregunta si ha cambiado, reflejando la crisis de identidad que vive.
- La pareja que se ama apasionadamente, a pesar de la incertidumbre del futuro.
- La mujer que se va descalza hacia lo desconocido, simbolizando la esperanza de un nuevo comienzo.
ESTILO:
"El invierno de Rita" está escrito en un estilo lírico y expresivo. Darwish utiliza un lenguaje sencillo y directo para transmitir las emociones de los personajes. El poema está dividido en 16 estrofas de cuatro versos cada una, con un esquema de rima ABABAB. Este esquema regular aporta musicalidad y ritmo al poema, facilitando su lectura y comprensión.
SIGNIFICADO:
El poema "El invierno de Rita" no solo explora la historia de una pareja en el exilio, sino que también puede interpretarse como una metáfora de la situación del pueblo palestino. Al igual que la pareja del poema, el pueblo palestino ha sido exiliado de su tierra natal y lucha por mantener viva su identidad y su cultura. El poema es un canto a la esperanza y a la resistencia, a pesar de las dificultades y la desolación.
CONCLUSIÓN
"El invierno de Rita" es una obra maestra de la poesía árabe contemporánea que nos conmueve con su profunda exploración del amor, el exilio, la nostalgia y la pérdida. A través de un lenguaje sencillo pero profundamente expresivo, Darwish nos invita a reflexionar sobre la condición humana y la lucha por mantener la esperanza en medio de la adversidad. El poema es una lectura obligada para cualquier persona que se interese por la poesía, la literatura árabe o la situación del pueblo palestino.
ASPECTOS ADICIONALES:
- El poema utiliza recursos literarios como metáforas, símiles y personificaciones para crear imágenes vívidas y evocadoras.
- La estructura del poema, con sus estrofas regulares y su esquema de rima, contribuye a crear una atmósfera de melancolía y nostalgia.
- El uso del lenguaje sencillo y directo hace que el poema sea accesible a un público amplio.
- El poema tiene una gran relevancia social y política, ya que puede interpretarse como una metáfora de la situación del pueblo palestino.
- "El invierno de Rita" es una obra atemporal que sigue conmoviendo a lectores de todo el mundo.