Fexting: La trampa de las peleas por mensajes

11.06.2024

En la era digital, la comunicación ha cambiado radicalmente. Si bien esto ha traído consigo beneficios como la conexión instantánea y la facilidad para compartir información, también ha dado lugar a nuevas problemáticas en las relaciones, como el fexting. Esta práctica, que consiste en discutir o resolver conflictos con tu pareja a través de mensajes de texto, puede parecer una solución rápida y cómoda, pero en realidad esconde graves peligros para la salud de la relación.

Los malentendidos, la escalada del conflicto, la dificultad para resolver problemas y el daño emocional son solo algunos de los riesgos que conlleva el fexting. A primera vista, puede parecer una forma inofensiva de comunicarse, pero la falta de comunicación no verbal y la distancia física pueden convertir una simple discusión en una batalla campal de mensajes hirientes y resentimientos duraderos.

¿Quieres saber cómo evitar la trampa de las peleas por mensajes? y construir una comunicación sana en tu relación? Sigue leyendo para descubrir consejos y estrategias que te ayudarán a fortalecer tu vínculo con tu pareja.

Imagen de pareja discutiendo por mensajes de texto. Evita las trampas del fexting y construye una comunicación sana en tu relación.
Imagen de pareja discutiendo por mensajes de texto. Evita las trampas del fexting y construye una comunicación sana en tu relación.

¿POR QUÉ EL FEXTING NO ES UNA SOLUCIÓN EFECTIVA?

A primera vista, el fexting podría parecer una forma eficiente de resolver problemas sin la necesidad de una confrontación cara a cara. Sin embargo, esta visión es superficial y engañosa. El fexting no es una solución efectiva por las siguientes razones:

  • Malentendidos: La comunicación escrita carece de lenguaje corporal y tono de voz, lo que aumenta la probabilidad de malinterpretar las intenciones y emociones del otro. Un simple emoji o una falta de ortografía pueden desencadenar una cadena de mensajes hirientes y llenos de rencor.
  • Escalada del conflicto: La falta de contacto visual y la posibilidad de editar mensajes pueden llevar a una escalada del conflicto, con respuestas más impulsivas y hirientes. La distancia física que separa a la pareja durante el fexting puede desinhibirlos y llevarlos a decir cosas que jamás dirían en persona.
  • Dificultad para resolver: Es más difícil llegar a resoluciones satisfactorias a través de mensajes, ya que la comunicación no fluye y se pierde la oportunidad de escuchar y comprender al otro en tiempo real. El fexting puede convertir una discusión en un círculo vicioso de mensajes sin fin, sin llegar a ningún punto de acuerdo.
  • Daño emocional: El fexting puede dañar la confianza y la intimidad en la pareja, creando una barrera emocional que dificulta la comunicación sana. Los mensajes hirientes y acusatorios pueden dejar profundas heridas en la relación, incluso si no se dicen en persona.

¿CÓMO EVITAR CAER EN LA TRAMPA DEL FEXTING?

Si te encuentras en una situación de conflicto con tu pareja, es importante evitar caer en la trampa del fexting y optar por estrategias de comunicación más efectivas:

  • Tomar un respiro: Antes de escribir cualquier mensaje, tómate un tiempo para calmarte y reflexionar sobre la situación. La ira y la frustración pueden nublar tu juicio y llevarte a decir cosas que no quieres.
  • Proponer una conversación en persona o por llamada: La comunicación cara a cara o por llamada telefónica permite una mejor comprensión de las emociones y el lenguaje corporal, lo que facilita la resolución del conflicto.
  • Expresar tus emociones de manera clara y respetuosa: Evita mensajes sarcásticos, acusatorios o hirientes. Céntrate en expresar tus sentimientos y necesidades de manera clara y directa. Recuerda que el objetivo es resolver el conflicto, no herir a tu pareja.
  • Escuchar activamente: Cuando tu pareja se exprese, presta atención a lo que dice y trata de comprender su punto de vista. No interrumpas ni escribas respuestas defensivas. La empatía y la escucha activa son claves para llegar a un acuerdo.
  • Buscar ayuda profesional si es necesario: Si el fexting es un problema recurrente que afecta negativamente tu relación, considera buscar ayuda profesional de un terapeuta de parejas. Un terapeuta puede ayudarlos a identificar las causas del fexting y desarrollar estrategias para comunicarse de manera más efectiva y saludable.

¿PUEDE TENER UN ASPECTO POSITIVO EL FEXTING?

En situaciones puntuales, el fexting podría tener un aspecto positivo si se utiliza de manera estratégica:

  • Para iniciar una conversación difícil: Si te resulta complicado abordar un tema delicado en persona, iniciar la conversación por mensaje puede ayudarte a romper el hielo y organizar tus pensamientos.
  • Para expresar emociones que te cuesta verbalizar: En ocasiones, plasmar tus sentimientos por escrito puede ser más fácil que decirlos en voz alta.
  • Para mantener la comunicación durante la distancia: Si tu pareja se encuentra lejos, el fexting puede ser una herramienta útil para mantener el contacto y la conexión emocional.

Recuerda que estos casos deben ser excepcionales y siempre deben ir acompañados de una comunicación cara a cara en cuanto sea posible.

¿EL QUE LO HACE NO QUIERE AL OTRO?

No necesariamente. El hecho de que una persona recurra al fexting no significa que no quiera a su pareja. Puede deberse a diversos factores, como la ansiedad social, la dificultad para expresar emociones o la falta de habilidades comunicativas.

CONCLUSIÓN: FEXTING, UNA TRAMPA CON SALIDA

El fexting, como hemos visto, no es una práctica recomendable para resolver conflictos en la pareja. Sin embargo, es importante ser realistas y reconocer que en ocasiones puede surgir de manera espontánea. La clave está en identificar las señales de alerta y tomar medidas para evitar que se convierta en un hábito nocivo para la relación.

Recuerda:

La comunicación efectiva es fundamental para una relación sana. El fexting es una trampa que te aleja de tu pareja en lugar de acercarte. Elige la comunicación cara a cara, la escucha activa y el respeto mutuo para construir una relación sólida y duradera.